(Independently. 2019) : récit (es)

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  • 7 décembre 2019
    Bernard Delhomme

    Cesare Pavese escribió : “Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial : el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo ; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”, y este libro es el vivo homenaje a las palabras del escritor italiano. Mediante una prosa casi poética, José María Burone nos toma de la mano para conducirnos por el camino francés que va de Saint Pied de Port hasta Santiago de Compostela. Nos muestra como si se tratara de una fotografía instantánea los increíbles paisajes, los sabores, los olores y especialmente la compañía a lo largo del recorrido. Relata cómo es la vida en el Camino, primero con las incertidumbres propias de lo desconocido y los apegos cotidianos y luego fluyendo tan solo lo esencial, pero con la ventaja de la mente libre de las distracciones modernas.Diario del camino… es un regalo de su generoso autor en dos sentidos : primero, atiende cuestiones prácticas de la peregrinación que van desde las recomendaciones de albergues y cuidados básicos del viajero, resuelve dudas y nos facilita la vida en el Camino. Segundo : nos obsequia una profunda reflexión no sólo de cómo alcanzar nuestras metas sino que la vida es como el Camino, en varios sentidos : habrá amaneceres espectaculares, pero también contingencias que resolver.Los peregrinos que encontramos en estas páginas, pero especialmente el equipo formado por María Magdalena, Cherrynn y José María nos demuestran la importancia de la introspección y la oración constante, establecer una rutina y meta, pero, especialmente, del trabajo en equipo, ya que, en palabras del narrador : “decidimos salir y llegar juntos, como un verdadero equipo”, apoyándose, esperándose y aprendiendo los unos de los otros. Así que, lector, si ya decidiste iniciar este viaje gozoso y lleno de espiritualidad por estas páginas, no nos resta más que decirte, a modo de saludo de peregrinos : ¡Buen camino !